sábado, 12 de noviembre de 2011

Pasado

Hoy he vuelto al pasado, he leído todos aquellos mensajes que nos mandábamos, y me han devuelto a esa época en las que tu y yo éramos inseparables. Esa época en la que no parábamos de hablar, en la que necesitábamos estar en contacto en cada momento. Y he sentido un pinchazo en el corazón, me he acordado de lo que me negaba a sentir, lo que odiaba sentir, y lo que no debía sentir. Tu solo eras un amigo, mi amigo, aquel al que le contaba todos mis problemas y me ayudaba a dar con la solución. Tu no podías ser mas que eso, pero poco a poco fue creciendo un sentimiento dentro de mi que no podía negar, el cual me daba miedo, me asustaba que me alejase de ti, por eso no tuve mas remedio que callarlo.


Después de 3 años, nuestra relación ha cambiado, pero sé que tanto tú como yo seguimos pensando en aquellos meses  que nos necesitábamos, que no podíamos darnos la espalda, y que odiaremos durante el resto de nuestra vida. No porque fueran malos, en realidad era lo mejor que podía haber pasado, sino porque sabíamos que de allí no podía salir nada bueno. Al pasar tanto tiempo parece que una ve las cosas más claras, desde un punto de vista más maduro, y yo lo he hecho y me he dado cuenta que lo nuestro era más que amistad por mucho que lo quiera negar o que tu lo hayas negado, se que si hubiéramos seguido a aquel ritmo ahora mismo las cosas no estarían así entre nosotros. Por eso creo que alejarnos, coger cada uno nuestro camino, fue la mejor solución para no hacernos daño, un daño que nunca se repararía, que nunca olvidaríamos y que nos hubiera separado para siempre.